Por Facundo Cuesta de Huerquen –
Con 2 intensas jornadas se desarrolló el 1er Congreso Provincial de Agroecología, organizado por el Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires (MDA) en la Universidad Nacional de Luján (UNLu). Con más de 1700 personas inscriptas de toda la provincia y otras, la mesa de acreditaciones estuvo bien poblada desde temprano a la entrada del gimnasio de la UNLu. A medida que iban llegando las y los autores de los 250 trabajos presentados al congreso iban colgando los pósters con relatos de experiencias, investigaciones científicas, análisis de problemáticas y construcción de herramientas para el crecimiento de este paradigma, llamado a transformar el modelo agroalimentario y agroindustrial.
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> El arranque
Como palabras de bienvenida, Santiago Sarandón, presidente de la Sociedad Argentina de Agroecología (SAAE), después de analizar las ventajas del enfoque agroecológico para los desafíos de este tiempo, planteó que “estamos viendo el colapso del modelo convencional dependiente de insumos, de una concepción simplista de los agroecosistemas, y por eso necesitamos otro modelo basado en otros paradigmas (…) La agroecología es una revolución del pensamiento en las ciencias agropecuarias. No apostamos a convivir con el modelo actual, sino que la agroecología está destinada a reemplazarlo”.
Seguidamente el Ministro de Desarrollo Agrario de la provincia Javier Rodríguez hizo foco en el ataque al que está sometida la agroecología sobre la base de mitos que la realización del propio congreso se encargaría de refutar: “que no es científica, que no es viable económicamente, y que no es una alternativa real para los productores ni para los consumidores”. “Para nosotros es un orgullo que en la provincia de Buenos Aires, el motor productivo de la Argentina, que produce prácticamente un tercio de todas las producciones primarias agropecuarias, pero que cuando hablamos de alimentos llega prácticamente a la mitad del total nacional, estemos desarrollando y fortaleciendo la agroecología. Porque eso permite proyectar que esta alternativa es real, se planta en los distintos territorios, y tiene la potencia y la capacidad de constituirse en una verdadera alternativa en cada una de las producciones. Por supuesto tenemos enormes desafíos, pero también tenemos enormes potencialidades”.
A esa altura de la mañana buena parte de las y los participantes ya se habían acreditado, y se anunció la presencia del Gobernador de la provincia.
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> Axel Kicillof
Antecedido en la palabra por el rector de la Universidad de Luján, Walter Panessi, el Intendente Municipal, Leonardo Boto, y el Ministro, Javier Rodríguez, Kicillof disparó: “Este Congreso es un paso importantísimo, es un verdadero orgullo estar hoy dándole apertura, porque vamos hacia sistemas agroalimentarios sostenibles”.
La presencia del gobernador de la provincia en la apertura formal del Congreso sin dudas representa un hito. Además de la lógica ponderación de los logros de una gestión que en 4 años puede mostrar resultados concretos (el “primero hacer, después mostrar” que repiten desde el MDA), su estar ahí jerarquizó el Congreso y por lo tanto el enfoque agroecológico como parte de un proyecto político. Sobre sus matices y alcances no hay ni habrá lecturas únicas y todo podrá debatirse, pero que el gobernador de la provincia más importante del país se haya parado frente a miles de participantes de este 1er congreso organizado en su gestión y haya dicho lo que dijo, representa un espaldarazo muy fuerte para la agroecología que es necesario dimensionar, sobre todo frente a la narrativa (agro)tóxica que destilan las fuerzas alrededor del gobierno de Milei, que viene de desmantelar buena parte de lo construido en agroecología a fuerza de despidos masivos, achique y cierres de programas y organismos públicos.
Dijo también: “Representa desarrollar inversión y política pública en esta materia. Lo que hay que hacer (…) es con más productores, arraigo en base a la producción; que ese modelo sea de valor agregado, con sustentabilidad ambiental, que incluya la ciencia, la tecnología, la innovación tecnológica, y que cambie también el modelo de alimentación, una cuestión de soberanía tecnológica, alimentaria, una cuestión de soberanía nacional”.
La presencia de Kicillof fue celebrada con fuerza cuando entró al gimnasio de la Universidad, y cuando le tocó hablar fue llamativo el masivo desenfunde de celulares para registrarlo.
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> Día 1
Después de la apertura institucional arrancaron las 7 mesas temáticas y 5 talleres que funcionaron en paralelo en 2 bloques. Para tener una idea de las temáticas van los títulos: “Evaluación económica de sistemas agroecológicos”, “Sistemas de producción vegetal intensivos agroecológicos”, “Sistemas agrícolas extensivos agroecológicos”, “Zonas de exclusión de uso de agroquímicos, la agroecología como alternativa productiva”, “Acceso a la tierra y hábitat: experiencias de acceso a la tierra para la producción agroecológica”, “De la producción al abastecimiento: comercialización diferenciada, agregado de valor local, industrialización y sistemas participativos de garantías”, “Producción animal agroecológica: ganadería regenerativa, avicultura pastoril, tambos y apicultura agroecológicos”, “Bioinsumos y biopreparados: herramientas para acompañar la transición”, “Impactos de los sistemas de producción actuales en el ambiente, la alimentación y la salud”, “La construcción de redes territoriales para la masificación de la Agroecología en la provincia”, “Diversidad de actores: El rol de los jóvenes en los proyectos agroecológicos. Enfoque de géneros, diversidades e inclusión”. La diversidad temática y puntualidad específica sirve para tratar de dimensionar la profundidad que implica la apuesta por la agroecología; en los talleres y mesas expusieron representantes de organizaciones de productores, grupos de investigación, organismos de ciencia y técnica, universidades y colectivos agroecológicos de toda la provincia, en la mayoría de los casos con aulas y auditorios abarrotadas y gente sentada en el piso o participando desde la puerta.
Mientras todo eso pasaba, funcionó la feria con producciones agroecológicas y también una muestra de maquinaria para la agroecología con chipeadoras, motocultivadores, biodigestores, biofábricas y el Tractor Chango que es un desarrollo del INTA para la agricultura familiar. Puestos de Universidades con asiento en la provincia con carreras y diplomaturas en agroecología como la de La Plata, Gral. Sarmiento, Hurlingham o la local de Luján, y organismos públicos con desarrollos específicos.
Para Nadia Dubrovsky, del equipo del MDA a cargo del Programa de Agroecología: “en este Congreso hubo una fuerte intención de que sea un encuentro con diversidad de voces y actores, abrazando la diversidad, las particularidades y reconociéndonos como parte de esos entramados que nos sostienen. Visibilizando a estos entramados con los que existimos como sujetos, como colectivos, esta constelación de redes. Muchos me transmitieron que en un momento tan triste, tan difícil de atravesar, con tantas preocupaciones y angustia, donde cuesta tanto pensar la continuidad y sostenerse, esto era como una caricia. Un encuentro que nos sostiene, nos contiene y nos permite pensar el futuro”.
La primera jornada terminó con la proyección del “La Aurora. El principio del Camino”, el bellísimo documental de Elías Saez, sobre Juan Kiehr, su compañera Erna y ese establecimiento agroecológico de Benito Juárez destacada por FAO (2016) como uno de los 52 “Faros Agroecológicos” a nivel mundial. Juan dejó este plano hace pocos meses asique el rescate de su voz y su historia es de un valor enorme para todos y todas las que empiezan el camino de la agroecología. Después hasta hubo tiempo para una Peña Agroecológica cerca de la Basílica.
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> Día 2
La segunda jornada del congreso arrancó con una descripción de los elementos del Programa Provincial de Fomento a la Agroecología de BsAs a cargo de Ezequiel Wainer y la presentación de información elaborada a partir del despliegue del mismo en estos 4 años. El universo de productores que son parte del Registro de Productores Agroecológicos, su distribución geográfica, sus producciones, su articulaciones, sus necesidades… información clave para una nueva vuelta de tuerca. También sobre la Red de Facilitadorxs en Agroecología, las Chacras Experimentales del MDA, las PUPPAs, etc.
Acto seguido tuvo lugar el panel central con la participación nuevamente del Ministro Javier Rodríguez junto a funcionarios del gobierno de Brasil que acaba de lanzar su política nacional de agroecología, y también organizaciones de la sociedad civil como RENAMA, la Alianza del Pastizal, y… Aapresid. Para este medio la inclusión en el panel central del día de esta organización emblema del agronegocio, impulsora de un modelo de destrucción de ambientes naturales, pérdida de productores y concentración de la tierra, erosión de las agroculturas agrarias argentinas, migración y contaminación de poblaciones, fuente de especulación y desigualdad social, pero que busca vestirse de “sustentable” ante el fracaso del modelo convencional, fue un enorme error. Por suerte, después de la intervención de su representante, Eduardo Cerdá, presidente de la RENAMA y ex Director Nacional de Agroecología de la Nación tomó la palabra: “Tenemos que recrear la vida, y la vida no está en los fertilizantes, no está en los agroquímicos. La vida está en la asociación de cultivos que hagamos, porque el alimento viene del sol y del sol va a la raíz, y de la raíz hay una comunicación con los hongos, con las bacterias, una cadena trófica que se pone en marcha para que toda la naturaleza, y en eso estamos incluidos nosotros, estemos vivos. Lo otro es no entender que somos parte de la naturaleza. Por eso, comer es un acto que va mucho más allá de llenar la panza”. O como planteó Javier Scheibengraf en el panel sobre Bioinsumos (otro punto donde el modelo convencional busca reinventarse): “La agroecología no es no usar químicos y usar biopreparados. La agroecología es partir de las relaciones vivas en tu vida, en el campo, en el suelo, entre las personas, en la comercialización, en la capacitación. La agroecología es una invitación a vivir con mucha más alegría en un contexto más vital”.
Después del panel se expusieron oralmente 80 de los 250 trabajos presentados en lo 6 ejes temáticos. El eje de “Sistemas Productivos Agroecológicos” que coordinó Romina Iódice de Luján, debió desdoblarse en 4 por la enorme cantidad de trabajos presentados y su valor. Nuevamente, aulas llenas y espacios de reflexión colectivos después de las exposiciones buscando diagnosticar situaciones y esbozar propuestas. La totalidad de los trabajos y la sistematización de los espacios comunes estará disponible en una publicación.
Como cierre se entregaron menciones a referentes históricos de la agroecología en Buenos Aires, y mientras las y los participantes emprendían el regreso a sus territorios, se levantaban la feria y los pósters después de dos intensísimas jornadas, y algunos grupos salían a visitas a campo.
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> Los Congresos
Por sobre el programa del congreso con sus actividades y horarios, sucede otro congreso, igual de importante por su trascendencia en el tiempo. Es el congreso micélico (así, sin mayúsculas) en los encuentros y reencuentros, mano a mano, con mates en ronda, los abrazos y puestas al día, los almuerzos y juntadas. Ahí circula una cantidad de información de una magnitud quizá equivalente a la que se vuelca en las actividades y presentaciones (aunque de forma más desacartonada, biodisponible), pero sobre todo donde se actualiza la vincularidad de una trama que busca transformar nuestro sistema agroalimentario, nuestra rur-urbanidad, y nuestro país en clave de soberanía. A ese encuentro micélico que se ramifica sin centros, todas y todos llegamos inoculados de prácticas y saberes, y se expande en nuevas vinculaciones y puentes: de una familia productora con otra, de un quintero con una técnica, una huerta con un equipo de investigación, de una organización con otra, de funcionarios a productores y activistas. En agroecología sostenemos que en un sistema las relaciones son más importantes que la simple presencia de elementos. Del micelio humano que se despliega encima de un cronograma depende en gran medida la vitalidad del enorme ecosistema que es el movimiento agroecológico bonaerense y nacional.
Como corolario Dubrovsky (MDA) comparte, “me quedé muy movilizada en muchos aspectos, viendo posibilidades, viendo el movimiento, viendo mucha juventud, mucho diálogo de actores. Intercambiamos con generosidad nuestros saberes, recorridos, aprendizajes y nuestros hallazgos, también nuestros miedos y dificultades. Eso da confianza, y la agroecología también es confianza”.
Con este Congreso, la política pública para el fomento y desarrollo de la agroecología en Buenos Aires mostró un camino importante y logros concretos de cara a un movimiento diverso y demandante, plantando un mojón hacia nuevos o renovados desafíos. El Estado es clave para las transiciones agroalimentarias que necesitan nuestro pueblo y nuestros territorios, también más en general para nuestra especie en este mundo que luce detonado. Sus formas concretas y modos son y serán tema de debate, y en buena hora que suceda. El registro (nos atrevemos) unánime de sus participantes indica que el 1er Congreso Provincial de Agroecología fue un éxito muy importante, también la celebración de lo siempre nuevo que se abre camino.
Buenos Aires, 10 de noviembre de 2024
> Fotos Prensa MDA