En 2016 la FAO reconoció 52 experiencias exitosas de agroecología a nivel mundial, una de ellas es La Aurora en la localidad bonaerense de Benito Juárez a 400 km de la ciudad de Buenos Aires, sostenida desde hace más de 30 años por Juan Kiehr, su compañera Erna Bloti y un pequeño grupo de colaboradores.
Por Facundo Cuesta de Huerquen
A partir de hacerse las preguntas más importantes y elementales, de defender el sentido común frente a los espejitos del agronegocio y en yunta con el Ingeniero Agrónomo Eduardo Cerdá, su experiencia productiva agroecológica en 650 hectáreas se transformó en un faro que fue derribando mitos y sobre todo contagiando entusiasmo. Sus características productivas están ya desmenuzadas gracias a muchos otros y otras que quedaron inoculadas de su vitalidad, y la reflejaron en papers y crónicas.
Fue en la tarde de este 30 de septiembre, finalizando el 9no Mes de la Agroecología, que más de 50 personas, venidas de distancias y paisajes distintos, se dieron cita allí para reeditar una recorrida donde la agronomía y la sociología rural, la política y la biología, el pensar y el sentir, se entrelazan de manera muy particular.
Aún con el frío de una primavera arisca, el tiempo vuela en este recorrer La Aurora junto a Kiehr y Cerdá, armando rondas en cada lote para desmenuzar algunas de las características de los ciclos productivos, encendiendo dosis crecientes de entusiasmo. Más de 3 horas después, habiendo repasado ciclos agrícolas y ganaderos, habiendo hablado de suelos, razas, semillas, gustos, intereses, márgenes y simbiosis, la admiración que despiertan Juan y La Aurora es total.
Sobre el final de la recorrida Juan comparte que estas visitas lo llenan de vitalidad, y confiesa con cierta ternura, seguir sorprendiéndose con este peregrinar que tantas personas hacen año a año hasta su casa para conocer lo que han hecho todo este tiempo.
Ya con el último aplauso y la última luz, con los abrazos de despedida, las últimas charlas y aprontes para el regreso, va cayendo la ficha del enorme privilegio de la experiencia; que cada kilómetro valió la pena; e invade un sentimiento de gratitud y de saberse estando “donde hay que estar”. Con el movimiento grupal en la retina también llega el registro pleno de la trascendencia del hacer colectivo en el tiempo por venir; en lo que cada una y uno, irá a comunicar y a seguir construyendo en sus territorios. La agroecología echó raíces hace tiempo en nuestro país y este crecimiento, exponencial y evidente, demanda nuevos y renovados esfuerzos en un sinfín de cuestiones. Hasta esos pensamientos también llega un sentimiento cálido, profundo, que convoca a seguir un camino cuyo principio se pierde en la historia de las manos y la tierra, y sobre cuyo destino tenemos todo por hacer y descubrir.
Octubre, 2023
1 comentario
Visitar La Aurora es de esas experiencias que todxs deberían vivir aunque sea 1 vez en sus vidas. Es tan inspirador escuchar a Juan y Eduardo, no solo por lo que han logrado en ese maravilloso campo, sino por las convicciones que les permiitieron sostener el proyecto durante tantos años, cuando el poder hegemonico dwl agronegocio decía y hacia lo opuesto.
Mi eterna admiración y mi compromiso de no bajar los brazos aunque el camino sea dificil y largo.
Si ellos pudieron, vamos a poder todas y todos.